Hoy bailé sobre el agua en la orilla de la playa, y dance junto a las olas, y cante con una gaviota, y mi sueño hoy esta en mi vaso con vito fino. No quiero lastimarte; por eso voy a esperar que un día el sol salga detrás de mi ultima tempestad, ese día el cielo estará despejado, y limpio para pintarlo de celeste como el color del océano Pacifico, porque yo provengo de ahí, del abismo de ese lugar, atado a los pies de mi madre, que hoy sin que la memoria de ella vea todo nuestro pasado, supimos vernos en el lo mas profundo de aquel abismo, entre peces rapaces que devoraban sin descanso, mientras nuestra cadena crecía en anillos de oro y se endurecía como una roca en una sierra oceánica.