Amigo Lord Unda, siempre vos; con esa actitud de pastor ante las magnitudes de este universo, tan chico como nuestras palmas, hoy solo me queda un poquito de paladar para quemarlo compartiendo un Wiskysito con dos hielos y unas playeras, pero en la terraza, la arena la dejamos para aquellas gaviotas que les gustaba volar arriba de las ballenas y nosotros mirandolas como dos búhos, perdidos en nuestra tranquila y paciente cuellera. Ha pasado mucho tiempo ya desde aquella vez que cruzamos aquel rio lleno de lagartos, me acuerdo que nos habiamos cansado porque esa marea nunca bajaba, y decidimos jugarnos entero, ya nos habíamos comido todas las frutas de nuestro bosque. ¿Te acordas de la hoja que masticamos antes de cruzarlo? . Sabiamos que estaban acechándonos y aquellas nos sacaban el dolor por si nuestro destino quedaba en el lecho del rio por ultima vez, y tanto es asi que cuando terminamos de cruzar, nos dimos vuelta para ver si venia Esperanza, y nunca mas la vimos, nos resignamos a...