En el monte de los teros
todo corre para un ciego
que siente celos, que siente celos
que siente celos celos celos celos
Admiraba con mis ojos
todo milagro, que me decían
frente a la iglesia, la iglesia la iglesia
la iglesia la iglesia la iglesia
Llamaba al viento mis cejas
mientras oraba, y desde allí deseaba
una coartada, que me esperaba
y me decía me decía me decía me decía me decía
Y los mitos revelaban inconscientes
despertaban entre el pueblo inocente
Yo remaba en el río,
y pescaban panecillos
un quemado nunca gana lo que pierde
Con toda la fiebre encima
mientras soplan las turbinas
esa sombra nos espera finalmente
Negra como el espacio
y afilada entre los rayos
ella domina como espejo entre los dientes
Había un abismo
que llegaba a uno mismo
mientras todos lo rodean por la espalda
jugaba entre cordones
y volaba barriletes
con el viento todo envuelto en llamas
todo corre para un ciego
que siente celos, que siente celos
que siente celos celos celos celos
Admiraba con mis ojos
todo milagro, que me decían
frente a la iglesia, la iglesia la iglesia
la iglesia la iglesia la iglesia
Llamaba al viento mis cejas
mientras oraba, y desde allí deseaba
una coartada, que me esperaba
y me decía me decía me decía me decía me decía
Y los mitos revelaban inconscientes
despertaban entre el pueblo inocente
Yo remaba en el río,
y pescaban panecillos
un quemado nunca gana lo que pierde
Con toda la fiebre encima
mientras soplan las turbinas
esa sombra nos espera finalmente
Negra como el espacio
y afilada entre los rayos
ella domina como espejo entre los dientes
Había un abismo
que llegaba a uno mismo
mientras todos lo rodean por la espalda
jugaba entre cordones
y volaba barriletes
con el viento todo envuelto en llamas
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