Es de presumir, naturalmente, que toda persona que vende considera un tonto al que compra lo que él vende, y el que compra considera que hizo una buena compra y es un tonto el que le vendió.
Sólo los acontecimientos futuros puede demostrar quien fue el tonto. Esto es solamente un ejemplo de la incalculabilidad y la indocilidad del comportamiento humano, lo cual es cierto, no sólo para los tratos duros y comunes de los negocios, sino también en cuanto a la conformación del curso de la historia por la psicología humana, y para todas las reacciones humanas hacia la moral, las costumbres y las reformas sociales.
Lin Yutang del libro "La importancia de vivir"
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